miércoles, 31 de octubre de 2012

Banco Malo para… Banco Bueno para…


... recoger los activos tóxicos de las entidades financieras actuales y seguir teniendo beneficios a costa de toda la ciudadanía española.
Los activos tóxicos son aquellas propiedades inmobiliarias de muy baja calidad que se crean a partir de hipotecas a personas físicas o jurídicas con solvencia económica baja (respaldados por una vivienda cuyo precio real difiere bastante del que figura en balance.

Por una parte, es necesario entender cuál es el significado de “activo”, el activo son los recursos que se encuentran en positivo; es decir, que, ordenados según su nivel de liquidez, se transformarán en dinero (manteniendo el mismo valor) en un periodo de tiempo determinado. Por tanto, cuando se añade el adjetivo “tóxico”, se entiende que esos recursos ya no van a transformarse en líquido con tanta seguridad; con lo que, con su circulación, se contamina el mercado y se impone la inseguridad
El concepto aparece a mediados del 2008 en el cual aparecieron las llamadas hipotecas subprime o de alto riesgo, estas son concedidas a personas físicas o jurídicas  con poco poder adquisitivo. Como una consecuencia inmediata, ante la posibilidad del no pago y la imposibilidad de transformar en líquido los recursos, se contamina el mercado y se instaura la inseguridad del sistema añadiendo el adjetivo «tóxico».
Un banco malo (en inglés: bad bank) es una entidad financiera pública o semipública que ayuda a limpiar los activos denominados activos tóxicos (p.e., activos inmobiliarios sobrevalorados) de los balances de las entidades integrantes del sistema financiero, comprándoselos a un precio conveniente.
En prevención del posible fracaso de las medidas para atajar la crisis financiera de 2008 y salvar el sistema financiero de EEUU y Europa, David Roche planteó esta vieja solución.
En definitiva, la consecuencia inmediata de esta situación es que, ante la imposibilidad de pagar los créditos hipotecarios, las entidades bancarias embargan los bienes sin saber en qué momento podrán convertirlos en dinero ni cuál será su valor. 
Banco Bueno para … recoger los activos tóxicos de las entidades financieras actuales.
Los impagos de estas hipotecas concedidas (por ejemplo por 300.000 euros) y que en el momento del embargo o adjudicación, el hipotecado debe 250.000 euros1 queda en el balance por dicho importe, si bien el valor de mercado actual puede que sea de 150.000 euros. Siguiendo el ejemplo el banco tendría unas pérdidas ocultas (no reflejadas en balance) de 100.000 euros. Esto extrapolado a miles y miles de hipotecas, nos estaría dando que nuestros bancos estarían con pérdidas incalculables. Al traspasar o vender al Banco Malo éste asumiría el activo (ya no tóxico) pues lo compraría por 150.000 euros o menos (importe vendible a través del tiempo). El Banco titular original, pasaría a ingresar el importe de la venta, con lo que tendrá que aflorar las perdidas por la diferencia (Valor balance menos Valor vendido), en nuestro caso 100.000 euros de perdidas. … Pero (1)

(1)       Si el titular es el embargado (o desahuciado) persona física, seguirá siendo deudor por los 100.000 euros no atendidos -Valor balance menos valor actual o adjudicado - (con sus respectivos intereses). Si realmente se los asigna, como decíamos, en pérdidas, esta deuda debería ser condonada, si no es así, deberá seguir imputado en balance como cobros pendientes y no declarará perdidas. Por consiguiente el embargado/desahuciado, seguirá debiendo “in eternum” esos 100.000 euros.

El caso de persona física es claro, pero el de persona jurídica ¿es el mismo?, veamos…
Una persona jurídica es una empresa, la cual al solicitar la hipoteca (normalmente de promoción inmobiliaria) constituyo una sociedad única para dicha promoción, al dejar de pagar la hipoteca dejo su actividad,  por lo tanto el diferencial que asume la persona física de forma infinita (in eternum) no se produce en la jurídica, momento en el cual la deuda pendiente de pago se convierte en finita y por lo tanto perdida directa (una vez el Banco Malo a comprado).

Deberíamos saber todo el país, todas las personas, quienes son esas sociedades, quienes eran sus administradores, quienes eran sus socios, que vinculaciones personales, sociales y políticas tenían con los que CONCEDIERON originalmente esas hipotecas de promoción inmobiliaria, pues estos son los que verdaderamente son los beneficiarios que nos han llevado a la ruina: como país, como sistema financiero, como sistema económico. Además de que esas pérdidas las pagamos entre todos (incremento intereses, incremento de comisiones, incremento de paro –reducción plantillas- , etc.) pues los bancos querrán (obviamente) compensarlas y conseguir los beneficios a que están tan acostumbrados.

Hay que recordar que esos “promotores-constructores” que se beneficiaron con las hipotecas, “sacaron” del país inmensos capitales que se han convertido en opacos o “negros” que ahora nuestro gobierno del PP ha dejado que puedan ser amnistiados con un rídiculo 10%. Sin obviar sus propiedades, sus cochazos, sus cayennes, sus despilfarros; antes, durante y posteriormente a la llamada crisis o ESTAFA!.

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